sábado, 25 de mayo de 2013

Austerlitz de W. G. Sebald. Comentario de Beatriz García

La novela, además de parecerme una ficción documental, contiene una mezcla de géneros. Yo había leído hace años Los emigrados, un libro de relatos de Sebald, y la impresión que me habían dejado era muy parecida a la que me dejó Austerlitz, una cierta difuminación del borde entre la narrativa y la poesía. Es como si hubiese leído un poema más que una novela. Esto tendría que ver con el rechazo de la racionalidad y del orden lógico de las cosas, del tiempo lógico, una cierta fuga del sentido, todo ello  coherente con esta concatenación de las cosas, de los pensamientos, de la que se viene hablando en la tertulia.  Y todo perfectamente implicado en la historia que está contando el protagonista.

Otra cuestión hace referencia a la metáfora y la metonimia. Es verdad que todo el tiempo se advierte la presencia de un correlato, pero mi sensación, la palabra que venía a la cabeza era la de resonancia más que metáfora. No me terminaba de parecer una metáfora, sino un orden de resonancia que me evocaba la poesía, por eso hablaba anteriormente de un texto con un sentido problemático, pero donde las cosas se van abrochando, no a la manera tradicional. 

A mí también se me hizo duro entrar en el texto, pero me empezó a ser más fácil cuando comenzó a contar la historia del pastor, porque era de un orden más histórico. Y se hace complicado entrar en el texto porque nos lo impide el amor que tenemos por el sentido. Y es que para leer este libro hace falta un tiempo mental, que no es el que tenemos normalmente. Hay que leerlo con calma, volver atrás todo el tiempo y releer porque si no, uno no sabe a dónde agarrarse. Es difícil agarrarse a algo, salvo a la mochila. 

Beatriz García

No hay comentarios: